Despedida al El Tiriri
|La verdad es que la figura de El Tiriri ha ido siempre muy unida a la de mi familia, cantaor muy solicitado para fiestas privadas y en reuniones de aficionados al flamenco en Málaga y la Costa del Sol destacado en los cantes por Bulerías, Tangos y Fandangos. Amigo personal de mi abuelo Francisco Amador Trigos «Paco el de la Lola» también cantaor flamenco, sus historias han ido siempre en paralelo por su eterno amor a Málaga y su arte flamenco infinito.
Hace un par de años se marchaba mi abuelo Paco, y ahora se va El Tiriri. De pequeño era «muy chiquitillo», tanto que un gitano le dijo un día: «Mira, parece un tiriri». Con los años aquel niño menudo que se crió en las calles del Perchel se hizo grande en el cante y donde había un tablao, allí estaba él. Con su dominio del compás se ganó el respeto del mundo flamenco, con su gracia natural conquistó la calle. «Todo el mundo le quería», decían unos y otros ayer. Gabriel Campos ‘El Tiriri’ falleció a los 83 años tras casi dos semanas hospitalizado por un agravamiento general de su estado de salud.
En Larios, el Pasaje Chinitas, el Café Central, la Peña Juan Breva… Por esos lugares andaba con su chaqueta, sus zapatos impolutos y su pañuelo sobresaliendo por el bolsillo. Por allí vendía en persona sus propios discos cuando los escenarios escaseaban, se tomaba su café -muchas veces invitado por amigos o incluso por quienes le reconocían- y saludaba a media Málaga. Pero hacía años que ya no se le escuchaba cantar, las fuerzas le fallaban. Se arrancó por sorpresa en la última Bienal de Flamenco de Málaga, en 2013, en un homenaje que le rindieron en el Corralón de Santa Sofía. «Con mi edad tengo el cuerpo distraído… Les canto por bulerías y me marcho»
Hasta siempre Arte flamenco de Málaga